TEST
DE DOMINANCIA LATERAL
BALANCE PSICOMOTOR DE
BUCHER
La motricidad está en el origen de todo conocimiento ya
en la primera infancia, por ello es conveniente, en un primer momento,
potenciar este aspecto con diversos ejercicios: ritmo, gimnasia, expresión
corporal, muy útiles en los parvularios y en edades preescolares. El movimiento
es la esencia de la función motora y resulta de la actividad muscular. En la
base de la psicomotricidad lo motor y lo afectivo constituyen toda una relación
y expresión psicofísica. Los disturbios afectivos psicomotores se refuerzan si
en dicha relación se produce un desequilibrio. Por ello, es muy conveniente un
ambiente favorable, buenas condiciones educativas y afectivas, circunstancias
fundamentales para un buen desarrollo progresivo en psicomotricidad. Hay que
diferenciar entre motricidad: como acto de moverse y psicomotricidad: como
movimiento intencionado. La tonicidad sigue una evolución: en un principio el
niño muy pequeño tiene manifestaciones tónicas, sobre las que no ejerce ningún
control y le envuelven por completo: al ir progresando en diversos planos
consigue dominar dichas manifestaciones. El diálogo es fundamental en todo tipo
de educación, y en la educación especial conviene llegar a este dialogo desde
varias perspectivas: corporal, comunicativa y comprensiva. En cuanto a los métodos
que se aplican, generalmente, al estudio del deficiente, es totalmente seguro
que aquellos cuyo objetivo es la simple variación del cociente intelectual no
llegarán a prácticos, ni a completos resultados, en cambio se consideran más
interesantes aquellos cuyo estadio comprende otras facetas como por ejemplo, la
observación, que va más allá del estudio meramente intelectual. El terapeuta en
psicomotricidad ha de penetrar en lo vivenciado por el sujeto, consiguiendo de
este modo su autonomía y equilibrio. La originalidad de toda terapia
psicomotricidad está en introducir el estudio de toda dimensión corporal.
TEST DE
PUNTEO
La unidad consta de un tablero rectangular de 45 cm. de largo con una
placa metálica en cada uno de los extremos.
Permite medir una de las actividades psicomotoras más elementales. La tarea consiste en tocar con un estilete las dos placas metálicas lo más rápidamente posible. Mediante un contador de impulsos adicional, se puede registrar el número de respuesta dadas por el sujeto.
Permite medir una de las actividades psicomotoras más elementales. La tarea consiste en tocar con un estilete las dos placas metálicas lo más rápidamente posible. Mediante un contador de impulsos adicional, se puede registrar el número de respuesta dadas por el sujeto.
Objetivo: Evaluar
la coordinación viso motora y la atención concentrada.
Metodología
empleada: Esta
prueba es una adaptación moderna del Test de Punteado de J. M. Lahy.
Para llevar a cabo la prueba se cuenta con tres orificios con pulsadores en su interior, un lápiz que será introducido en dichos orificios y un disco giratorio, el cual sólo permitirá visualizar un orificio a la vez. El disco giratorio rota en sentido horario a velocidad constante, permitiendo visualizar, uno a uno, los orificios que se encuentran debajo y el examinado debe ir introduciendo el lápiz dentro del orificio correspondiente, de modo que el lápiz no haga contacto en la superficie fuera del orificio ni en el disco giratorio.
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